Nunca te fallaré

Después de varios meses perdido en las sombras Charles considero su relación con Adela. Charles no quería perderla.
Así que se armo de valor saliendo de su refugio ubicado en Canada armado de valor. Quería estar con ella pasase lo que pasase. Hogwarts volvía a ser un lugar seguro después de la caída del señor tenebroso, así que seria difícil mandar una lechuza o una carta, los perros del ministerio la interceptarían y antes que Charles se diera cuenta estaría durmiendo con los peces, tampoco es posible colarse por la linea de polvos flu ya que ese picaplitos chupasangre de Dumbledore cerró todas las lineas de Hogwarts.
Solo me queda una opción... Poción multijugos, aún conservaba pelos de el chico con el que se enfrento en el cementerio ese Ravenclaw.
Así que Charles se dispuso a hacerla antes de salir y se llevo dos petacas llenas hasta arriba y al salir de la puerta de su casa en Canada una sonrisa diabólica se le dibujo en su rostro, de la nariz y la boca salia como humo denso negro y de repente estallo en humo y a toda velocidad dirección Reino Unido al poco tiempo llego tan solo le había tomado 6 horas de intenso viaje gracias a su gabardina y sombrero no paso demasiado  frío antes de entrar en los terrenos de Hogwarts se tomo la poción y no tardo en caracterizar a ese chico, escribió una carta y e imito el sello de Hogwarts con un simple movimiento de varita.
Entró al castillo y robó un par de túnicas de la casa Hufflepuff, se las puso y se dirigió intentando evitar miradas hacia la sala común de Hufflepuff en las mazmorras del castillo casi al lado de su antigua sala.
El castillo no había cambiado nada después de todo, hechizó el barril que protege la entrada y entró sin problemas al ser altas horas de la noche no había nadie despierto nadie excepto el.
Se dirigió a la habitación de las chicas y ahí estaba Adela Blake su amada dormida como una princesa.
Dejó la nota debajo de su almohada y la beso luego le dio unos toques en el hombro para que despertase y salió semi corriendo de la sala y luego salió a toda prisa del castillo intentando no llamar de nuevo la atención de los pocos estudiantes que huían de Argos Filch.
Se quito la ropa y se puso la suya de nuevo se dirigió al bosque prohibido y ahí se quedo esperando.

(Simplemente en la carta ponía reúnete conmigo ahora en el bosque prohibido)

Un sueño. Una lágrima. Un recuerdo. varios meses sin noticias. ¿Por qué ya no sabía nada de él? Se quedo dormida con miles de pensamientos, se sentía idiota. Idiota por creer que era diferentes. Idiota por entregar su corazón al asesino de sus amigos. Idiota por ser ahora como él. Idiota por sentir lástima. Se quedo dormida, con muchos más idiotas. Por su culpa Farrokh estaba muerto, lo echaba de menos. Otra lágrima. Cuando estaba ya dormida noto que alguien a besaba, no reconoció esos labios. Luego parecían dejar algo en su almohada y la intentó despertar.

-Alice, ya te toque una canción para dormir hace tres horas-

Dijo medio dormida. Escuchó un golpe fuera, seguro la puerta. Lo suficiente para despetarla. Vio una nota y la leyó. Alguien quería que fuese al bosque prohibido. Una letra. C. Sintió alegría y como una tonta salió corriendo en su busqueda.

Salió de la sala común con un pijama, unas deportivas y una capa negra y con capucha que le tapaba todo el rostro. Fue muy fácil salir, solo vio un par de veces a la gata de Filch, así que solo perdió diez minutos. Odiaba a esa gata. Una vez en los terrenos fue a pasa más ligero - para ganar el tiempo perdido- hasta el bosque prohibido. ¿Por qué en ese lugar? Se preguntó ella misma. Una vez dentro, a pocos metros vio una sombra. Espero un par de minutos a que su vista se hiciese a la oscuridad. No iba a encender un lumus. Sería como decir. ¡Rica cómoda, barata, no pierdas tu oportunidad!

Después de que su vista se hiciese al lugar sonrió de medio lado. Allí había alguien. Se acerco un par de pasos, y su cara se quedo a cuadros. ¡Que hacia allí Farrokh! Seguía igual de hermoso que siempre... ¡Estaba muerto! No supo como pensó eso. Era la realidad. Sacó su daga y apuntó hacia él. No atacó. Espero. No podía ser un zombie. él, no.

-Genial, primeros fueron los mortios y ahora tenemos apocalipis zombie. Prefería a los primeros, por lo menos nos les iba el canibalismo. Bueno ahora primera se lanza un avada y después un tiro a la cabeza-

Pensó para ella. Se dio cuenta de que si de verdad fuese un zombie, no podía escribir la carta. ¿Entonces? Mientras con una mano apuntaba su daga hacia esa cosa. Con la otra apuntaba con su varita hacia los lados. ¿Quién supo que estaba muerto? Que ella lo mato.

-¡Cobarde! Sal.-

Dijo en una orden. Miraba entre las sombras de los árboles. Para ver si veía algún rastro humano. Nada. ¿A que estaban jugando?

Y ahí venia intentaba ser sigilosa pero hacia bastante ruido Charles esperaba impaciente encontrarse con su codiciado amor después de tantísimo tiempo añorando la se dio cuenta de que la amaba de verdad y que quería en un futuro casarse con ella. cuando estaba lo suficientemente cerca charles se dejó ver un poco. La cara desconcertada de Adela y su comentario -¡Cobarde! Sal.- Dejo a charles un poco desconcertado.
Cariño, soy yo Connor. ¿No me recuerdas?
Un rostro triste se dibujo en la cara de Connor al observar la situación, pero no dudó en prepararse para sacar la varita ella no era así ¿que había pasado?
En ese momento estaba abrumado pero no dudaría en matarla a sangre fría si ella lo intentaba apuñalar pero el no daría el primer paso.
Suspiro
Parece mentira que me trates así después de todo Agacho un poco la cabeza, saco su varita y comenzó a irse por donde había venido

Aquella cosa empezo ha hablar. ¡Esos Zombies hablaban! Aunque lo pebso mejor y se dio cuenta de que eso no podia ser posible. Habia gato encerrado alli. Queria saber que pasaba. Escucho lo que dijo y se quedo con los ojos abiertod. ¿ Quien era esa perdona que la amaba y se escondia tras una persona que ya no esta viva? ¿ Qe queria matarla de un susto? Aunque pensado mejor, aun nafie osabie de su asesinato. Terminarian por saberlo, nadie desaparece sin decir nada. Tampoco sabia quien consiguio sus pelos. Pero debia de ser alguien de fuera, seguro fue su metodo para entrar en el castillo. Le apuntaba con la varita ella igual, no iba a bajarla en ningun momento. No todavia.

Escucho sus ultimas palabras y luego observo como se alejaba. Cuando estaba a pocos metros de ellas noto como iba cambiando y reconocio quien era. Abduvo un par de pasos hacia el. Queria lanzarse y besarle hasta que no hubiese mañana pero tenia mucho orgullo. No iba a dejarlo de lado. Menos en ese momento.

-¿Donde te has metido todo este tiempo? Me uni a tu grupo de asesinos por una buena causa y luego te vas-

Dijo a un par de pasos de el.

El rocio caía de las hojas de los inmensos alcornoques y robles que había en el bosque, la humedad fría que habia en el ambiente hacia que la ropa se humedeciera con facilidad en esa noche donde el cielo esborregado por las nubes no se dejaba ver esa noche en la que Charles algo dolido caminaba cuando de repente escucho.
-¿Donde te has metido todo este tiempo? Me uni a tu grupo de asesinos por una buena causa y luego te vas- Esas palabras estremecieron a Charles que se giro de golpe con el rostro más serio que podía haber tenido nunca, se acerco hasta tener el rostro de la chica a un palmo de distancia con el de el.
He luchado tanto para estar hoy aqui... amor mio te amo, sabes que eres la única razón de mi existencia a parte de la venganza, siempre has sido tu... No sabes cuanto tiempo llevo esperándote Adela quisiera saber como mido lo que siento por ti pero ni contando todas las estrellas del cielo tuve suficientes. Te amo, siempre ha sido y será así, no sabes el daño que te he echo combirtiendote en el monstruo que soy a sido lo mas egoísta que he echo en toda mi larga vida. Estuve escondido por miedo y por precaución al norte de Canada.
Como te dije la llamada fue una trampa. El ministerio se ha dado cuenta que llamando desde la marca tenebrosa de un cadáver funciona igual que en uno vivo y nos engaño con eso.
Pero nunca estuve alejado de ti por que mis sentimientos hayan cambiado Dijo con una voz dolida y llevándose las manos al pecho una una y otra vez.
El la amaba de verdad de eso podía estar segura la chica con la que se encontraba, tan linda con sus ojos color miel y sus labios rosados charles se controlaba para no comérsela a besos

Allí estaba ella. De pie. Esperando una respuesta, una escusa. No quería perdonarle, no después de dejarle tanto tiempo abandonada. Se había cansado de ella. Tenía que admitirlo. No quería. Cada vez que estaba a su lado sentía algo raro, y por unos segundos dejaba de tener voluntad sobre su cuerpo. El pie de ella daba pequeños golpes al suelo con la punta, siempre con el mismo ritmo. Sus brazos seguían cruzados, una forma de mostrar que en esos momentos había una barrera entre ellos dos. Y se giró... y vio sus ojos , y quiso correr y besarle. No lo hizo. Era él quien se debía de disculpar no ellas. Ella miraba al suelo todo el rato, notaba la cercanía pero miraba al suelo. Y las palabras empezaron a salir de la boca de Connor. Ella levantó un poco la mirada, encontrándose con sus ojos. Vuelta al suelo. Cerrar los ojos. Escuchar cada una de las palabras.

He luchado tanto para estar hoy aquí... Antes esas palabras le fulminó con la mirada. Seguía allí quieta. Quería dar un paso hacía atrás, mantener las distancias. No podía. ¿Luchado? En parte sentía un poco de preocupación. Sentía que quizás si tuviese una buena escusa. Se quedó allí quita. Brazos cruzados y mirada al suelo. Abrió los ojos. Siguió escuchando. Quería saber, pero tenía miedo. Estaba vez quiso ser el gato. Una vez más. amor mio te amo, ¿Entonces dónde estuvo todo ese tiempo? Se preguntó una y otra vez. Apretó con fuerza los puños. La rabia poco a poco se iba haciendo con su mente. El azulado de sus ojos poco a poco e fue volviendo un grisáceo sin sentimientos. Seguía escuchando cada palabra.sabes que eres la única razón de mi existencia a parte de la venganza, siempre has sido tu... Rabia. Venganza. Dos meses sola por su venganza. Levanto la mirada. Por primera vez lo vio a los ojos. Había tanto hielo en su corazón en ese momento que no sintió ni una pizca de amor. Esas palabras, las últimas fueron como una soga que la ahorcaba. ¿Cómo podía estar al lado de alguien a quien la venganza ocupaba su mente día y noche? Se sentía idiota. Mil veces idiota.

-La venganza ocupa toda tu mente, tu principal razón por la que no estás en Azkaban. No el amor, nunca podrás amar. Solo es deseo sexual, solo eso...-

Un leve susurro. Volvió a bajar la cabeza. Volvió a mirar al suelo. Escuchó de nuevo. Cada palabra, cada frase. quisiera saber como mido lo que siento por ti pero ni contando todas las estrellas del cielo tuve suficientes. Una pequeña carcajada salió de su boca. Esa frase estaba demasiado gastada. Ella no creía en nada de hechos. Si de verdad me amas dame hechos. Esa era la frase que siempre buscaba y nunca la creía. Levanto la mirada y dio un paso hacia atrás. Cada palabra dolía más que la anterior. Le dolía cada mentira. Eso eran. Mentiras. Y ella la idiota que se las creyó todas. Te amo, siempre ha sido y será así, Nada. Ni una sonrisa. Estaba demasiado dolida. Demasiado. Un paso hacía adelante, llena de rabia, de dolor. Un golpe fuerte en su pecho. Golpe tras golpe. Lágrimas cayendo por su cara, descargando todos ese sentimiento que se escondían dentro de ella, que la ahogaban. Cada golpe era como nadar hacia arriba, intentando salir del agua, cada lágrima era vaciar esa piscina. No sabes el daño que te he echo combirtiendote en el monstruo que soy a sido lo mas egoísta que he echo en toda mi larga vida. Y los golpes seguían. Y pararon.

-¡Claro que fuiste un egoísta! Casi no puedo tener amigos. Porque se que los voy a traicionar. Todos aquellos que una vez ame, aquellos a quien tú- señalado con el dedo. Llena de rabia -Mataste, ahora yo lo estoy traicionando. Creí... creía demasiado. Y ahora soy un monstruo, como tú. Fui Idiota, demasiado idiota. Creí que te amaba, creí que amabas... ¡Idiota! Yo nunca podré amar-

Esas palabras salieron de su boca sin pensar. Necesitaba decirlas. Necesitaba que todo ese peso ya no existiese. Estuve escondido por miedo y por precaución al norte de Canada. ¿Miedo a que? Siguió escuchando. Esperando que dijese una respuesta. Como te dije la llamada fue una trampa.[/b] Dio un paso hacia delante. Movió la cabeza de medio lado haciendo un gesto de no entender. [b]El ministerio se ha dado cuenta que llamando desde la marca tenebrosa de un cadáver funciona igual que en uno vivo y nos engaño con eso. Abrió los ojos de par en par.

-¿Cómo sabrás si es una llamada falsa o verdadera?-

¡Idiota! ¿Cómo podría preocuparse? ¡Idiota! ¿Por qué no para de reírse? Esa voz, se estaba divirtiendo con todo ello. Pero nunca estuve alejado de ti por que mis sentimientos hayan cambiado Cerró los puños y lo volvió a golpear, una y otra vez hasta quedarse sin fuerzas, hasta quedarse apoyada en su pecho. Seguía golpeando. Dando pequeños toques.

-Eres un idiota...-

Y de nuevo lágrimas. No quería separarse.

Y cada golpe sonaba hueco en el pecho musculoso de Connor, cada golpe era otra apuñalada a su oscuro corazón, el cuerpo de Connor temblaba por el sentimiento de tristeza y culpa, gotas de un frió sudor recorrían su espalda y golpe tras golpe pensaba en lo que había echo.
-¡Claro que fuiste un egoísta! Casi no puedo tener amigos. Porque se que los voy a traicionar. Todos aquellos que una vez ame, aquellos a quien tú- señalado con el dedo. Llena de rabia -Mataste, ahora yo lo estoy traicionando. Creí... creía demasiado. Y ahora soy un monstruo, como tú. Fui Idiota, demasiado idiota. Creí que te amaba, creí que amabas... ¡Idiota! Yo nunca podré amar- Esas palabras mataron la ultima pieza de alma que Connor tenía en su interior. Tenía razón le he echo pasar un infierno pensó, así que no hay vuelta a tras se volvio a decir para si mismo.
Te amo pequeña nunca lo olvides Dijo con tono triste y como despedida mientras la besaba.
Sacó la foto de su madre del bolsillo derecho interior de su gabardina, se metió la mano derecha en el bolsillo izquierdo para coger una carta, esa carta que lo significa todo... esa carta.
Connor besó la foto de la madre mientras una lagrima caía por su mejilla luego desapareció instantáneamente dejando caer la foto al suelo junto a la carta.
La carta era un pergamino precintado con el Sello de la familia Connor.
Querida Adela si lees esto habré muerto, lo siento no voy a poder estar ahí protegiéndote como hubiera deseado.No creo que encuentres mi cadáver así que detrás del pergamino te he dejado impresa una foto mía. No se por que circunstancias voy a morir pero seguro será por algún perro del Ministerio.
Solo decirte que eres el amor de mi vida, no se si te habré pedido matrimonio cuando leas esta carta, espero que si Srta de Connor seria tan especial... Bueno decirte que mis dos casas una en Canada y otra en el Callejon Knockturn ahora te pertenecen cuida melas y así podrás usarlas en un futuro con un hombre que te sepa apreciar de verdad y no sea tan egoísta como yo por el amor Decirte que mi contraseña de mi cámara de Gringotts es Carpe Diem, si aún así algún nomo se pone estúpido enséñale la marca y te dejará pasar.
Te amo mi tesoro se que no es mucho lo que te voy a dejar pero quiero que lo disfrutes por los dos, eres mi siempre pequeña Adela. Te quiero
Atte: Firmado Charles Connor

Charles había usado el retrato como un traslador hacia el Ministerio, lo tenía por si alguna vez se reunían todos los Mortífagos para atacar el Ministerio llegar ahí uno de los primeros, pero nunca imaginaría que lo usaría para suicidarse.
Estaba lleno de gente todo rodeado de sangres sucias y picapleitos chupasangre, Connor escondía su rostro bajo el sombrero pero aún así era destaca ble entre los demas por su larga gabardina deshilachada y rota por los bordes de abajo y desgastada en los puños de las mangas caminaba lentamente, llorando como nunca.
Penso
Este es el final Charles has dedicado toda una vida para la venganza y no para cuidarla, te lo mereces basura. Con esas mismas intenciones fue caminando hacia lo mas alto para desnudar su torso y que se supiera quien era.