Desde el 3 de Mayo  ha pasado un tiempo, específicamente cinco meses, pero no el necesario para sanar las heridas y jirones que quedan del mundo mágico. Esta Segunda Guerra Mágica ha dejado más daño que la anterior y nadie ha quedado intacto tras esta, ahora no hay bandos y lo importante es que la historia siga su rumbo por más dolorosa que nos parezca a todos.

Estamos a 15 de Octubre de 1998, y me piden realizar una crónica de cómo han sido de estos meses hasta ahora, empieza a hacer frio en Hogwarts y aún hay mucho trabajo por hacer por y para la magia. Ya no importa tu status de sangre o seas criatura u humano, todos sin excepción hemos sufrido y aun nos cuesta mirarnos al espejo e intentar reconocernos.

Los seres mágicos unimos nuestras fuerzas, todos a una, para que nuestros herederos solo vieran este tiempo como el Renacimiento del Mundo Mágico. Un grupo de magos se unió el mismo cinco de Mayo y se puso a trabajar en cuestiones de vital importancia y necesidad. Lo primero era reparar las casas de todas las familias, también las de los Muggle que fueron afectados, continuamos reparando el colegio y creando en él un cementerio donde los valientes que lucharon por todos reposaran. ¿Habría mejor lugar donde descansar que junto al Lago Negro? Siempre estarán en nuestros corazones, pero ahora nos toca demostrar que todo lo que dieron y lucharon mereció la pena.

Este grupo de magos era el Renacer del Fénix, una organización encargada de organizar el Renacimiento y que todo cobrara su curso general. Nombraron ministro al Señor Kingsley Shacklebolt, pero no estaría solo sino que solamente sería la cabeza del gobierno mágico. Siete elegidos se encargaron de coordinar las tareas más importantes, siete miembros anónimos hasta la fecha que se encargarían de volver a hacernos ser lo que fuimos.

Entre ellos me encontraba yo, Steven M. Tiersen, hasta entonces un auror encargado de vigilar y logar que los acuerdos internacionales se mantuvieran en pie. Se me encomendó la dirección de Hogwarts, la razón fue que Minerva me llamo a su despacho y me dijo que era el momento de que la sangre nueva criara a la nueva generación mágica. Me costó salir de mi sorpresa, pero acepte y con ayuda de todos los alumnos y familiares cada día una sala del castillo volvía a su mágico esplendor y así la gloria de nuestro colegio. Han sido meses realmente duros, pero hoy empieza el curso del 1998, seis semanas más tarde de lo normal, pero con más ganas y fuerzas de progreso del que se recuerda desde que fue fundado.

Ahora hay un pasillo que sustituyendo a las armaduras por estatuas de todos nuestros directores, desde los fundadores al mismísimo Severus Snape, no hay mesas por casas y cualquiera puede ocupar el lugar que guste con sus amigos. Solo se reserva la cena para estar todos los alumnos con los miembros de sus casas, pero no para rivalizar y los profesores están cargados de nuevos temarios y actividades para sus alumnos.

El mundo mágico continua su curso, tanto el Ministerio como el grupo Renacer del Fénix, el cual sustituye a la Orden del Fénix. Los aurores son formados en campos más amplios y ya no solo buscan magia oscura, sino que velan por la seguridad de todos y todas las criaturas del Mundo Mágico.

Pero también tenemos ciertos miedos, no todo es optimismo, sabemos que pequeños grupos de magos se están reuniendo en secreto para reorganizarse. Están siendo exterminados y encarcelados, pero aun así no se le puede esconder al mundo que no todo es tan color de rosa como parece y que dichos grupos parecen que quieren amenazarnos de nuevo. No cundirá la histeria ya que tan solo son pequeños atisbos que son localizados pronto y llevados a juicio a la vez que lo fue Dolores Umbridge entre muchos otros.